Los ángeles existen.
A veces no tienen alas...entonces les llamamos ¡amigos!

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Feliz Otoño

De nuevo mi estación preferida!!
Como much@s de vosotr@s, adoro el otoño, a pesar de que en mi tierra dura realmente poco; me encanta su luz, el colorido que nos envuelve, la vuelta a la rutina tan necesaria después del alocado verano...


Me encantan las labores alusivas al otoño y me gusta hacer algunas para decorar algún rincón de mi casa.
Este año he recuperado para ello el número 12 de la revista  Simply Vintage que corresponde al otoño pasado.


El pequeño cojín es un trabajo de Stacy West para 


Las bellotas son de Deborah Busby para Wooden Spool Designs

Os dejo algunas fotos más.
Espero que os gusten.






Venía muy contenta a hacer esta nueva entrada de mi (retomado) blog y visitando otros me he enterado de una noticia muy triste. Marta de Las manualidades de Marta ha sufrido en estos días la terrible pérdida de su hija. Poco más que enviarle un fuerte abrazo y compartir con ella su dolor se puede hacer, pero quizás alguna queráis hacerlo también.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Retomado el pulso, y de paso... Lámpara Crazy

Ayer hablé con Mavi, mi MA(VIajera)
Sólo hablamos por teléfono y fue una pena porque podríamos habernos encontrado, pero de cualquier modo me encantó.



Hace pocos días, Julia, me contestaba con un entrañable correo a un comentario que había dejado en su blog y en él me decía; "sacúdete la pereza...", a propósito de mi ausencia demasiado larga por estos territorios...


Estos dos hechos me han llevado, de nuevo, a reflexionar sobre el papel de mi blog; de vuestros blogs.
Efectivamente sin él no hubiera conocido a Mavi, ni a Julia;  no hubiera conocido a 
que fue mi primera blog-amiga; ¡la cantidad de tardes que practicamos la costura on-line y la cantidad de cosas que me has enseñado... muacc!


No hubiera conocido a Elia, ni su jardín con duende, ni sus Viernes de arte y poesía, ni sus deliciosos desayunos... Mil gracias, Elia, por tan buenos momentos!


No hubiera conocido a una persona tan dulce como Tania, ni hubiera podido deleitarme con sus labores tan delicadas.


Tampoco habría conocido a Marian, no habría conocido su gran creatividad ni su enorme generosidad, y tampoco sabría de la Princesa; un besazo enorme desde aquí...


Y no habría conocido a Nanny, ese terremoto de los blogs a la que tengo un enorme cariño y que debe ser la única a la que "el patchwork le adelgaza..."


Tampoco habría conocido a Raquel. ni hubiera vivido su embarazo y la llegada de Bruna con tanta ilusión; aunque ahora hayamos perdido un poquito el contacto, os sigo llevando en mi corazón.


No habría conocido a Isabel, ni hubiera sabido de sus maravillosas labores, llenas de experiencia, paciencia y buen hacer.


Y tampoco habría conocido a Elena, la costurera de sueños para Javier y Paula con quien coincidí en una precioso quilt para nuestros hijos y se hizo un sitio entre mis blog-amigas preferidas.



Y el peligro de este repaso es que me dejaré a otras muchas sin citar; otras muchas personas a las que me une una pasión, el patchwork y el enorme cariño de haber compartido vuestros momentos, de haber aprendido siempre de vosotras, de haber recibido palabras amables para mis trabajos y a las que de antemano pido disculpas por no traeros a esta entrada. 


De modo que voy a intentar retomar las entradas en mi blog y para eso he elegido un trabajo que, si bien es del verano pasado, sigue siendo una de mis creaciones favoritas, porque, aunque me inspiré para el desarrollo de las puntadas en muchos modelos encontrados por al red, sobre todo en los trabajos de Sharon B's, el diseño es mío; a ver qué os parece.


Como veis, se trata de la pantalla de una lámpara con técnica crazy y con un estilo muy shabby, o muy vintage... 
Os dejo fotos de los detalles.


He abusado de puntillas, valenciennes, guipur..., todas ellas decoradas con abalorios, lentejuelas, swarovskis y bordados con hilos de diferentes texturas.


Esta puntilla ya es un clásico de mis trabajos; es la famosa puntilla que mi abuela hizo para decorar un can-can de mi madre cuando era niña y que ya he incorporado a otros trabajos.


Aquí podéis vela con más detalle, así como el fleco que remata la pantalla, realizado siguiendo las técnicas de los bordados de los trajes charros.


Los dibujos de algunas telas van realzados con pequeñas puntadas y abalorios que aportan relieve y textura.




Motivos florales a base de abalorios y lentejuelas...


Botones de nácar...


Rosetones de ganchillo, también antiguos, profusamente decorados...



Como veis, un trabajo sumamente laborioso, pero muy creativo y relajante.

Os presento a Coco, mi nuevo gran amigo, que mira extrañado esta sesión de fotos.


Me ha encantado pasar esta tarde con vosotras.
Sed felices y espero que ¡hasta pronto!