Últimamente me encuentro algo perezosa para coser.
Por ello, es buen momento para mostraron mi primer gran trabajo de patchwork.
Acababa de recibir las primeras nociones sobre cómo hacer un log cabin, de la mano de mi amiga Angelines.
Y no quise entretenerme en pecata minuta; directamente di el salto a un quilt para el sofá.
El día 24 de Diciembre de 2008, Papá Nöel fue muy generoso conmigo y me regaló las telas para este quilt, además de todos los accesorios necesarios para cortarlas.
Creo que el mismo día de Navidad, me puse manos a la obra.
Para que el log cabin no resultase monótono, decidí incorporar algunos bloques del mismo tamaño con aplicaciones en forma de corazón.
Había escaneado uno de los bloques del log cabin, y tras "copiar y pegar" muchas veces, en el ordenador diseñé la forma de ensamblar los bloques.
Me gustó esta diagonal, flanqueada por los corazones alternos.
A finales de Junio de 2009, el top estaba terminado.
Sin embargo, lo dejé reposar durante todo el verano, porque hacía demasiado calor para tener un edredón encima de mis piernas.
Y, en cuanto las noches se refrescaron, a finales de Agosto, empecé el acolchado.
Los bloques de corazón fueron los más laboriosos.
Y también la cenefa que coloqué en los laterales del quilt.
Este es el efecto del acolchado por el derecho de la labor.
Después de colocar el bies, el quilt estuvo a punto para que el 24 de Diciembre de 2009, Papá Nöel fuera muy generoso con mi marido, a quien le regaló este quilt para arropar sus sueñecitos de sofá.
El único problema es que, algunas veces, el duedecillo de mi casa llega antes... y se apropia de los corazones, como él dice.
A ver si termino pronto el A boy´s story, y se terminan las peleas.
La mitad de la semana es un buen momento para desearos lo mejor.
Disfrutad del verano y sed felices.